Viendo esta imagen, mucha gente se fijará en que tengo la misma elegancia sobre el escenario como fuera de él. O que le dedico a los quehaceres caseros la misma dedicación que a la escritura.
Pero lo importante de la foto es otra cosa.
El lavavajillas.
Míralo un momento y verás que está PERFECTAMENTE organizado.
Maximizado, optimizado. Es la representación de la perfección.
Los amigos que visitan mi casa dicen que me pongo de los nervios si alguien que no sea yo pone el lavavajillas. Hay mucho cachondeito con el tema, de ahí la foto.
𝗬 𝗲𝘀 𝘃𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱…𝗽𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗮𝗱𝗶𝗲 𝗹𝗼 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝘁𝗮𝗻 𝗯𝗶𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘆𝗼.
Todos hablamos de lo malo que es el micromanagement. De la importancia delegar. De dar autonomía al equipo. De empoderar a los colaboradores.
Reconozcámoslo: hay cosas que nunca delegamos. Todos tenemos un pequeño obseso del control tras nuestra imagen de profesionales relajados.
➡ Si hay que hacer autocrítica, hagámoslo con humor como explico en mi libro “Lidera con sentido del humor”.
#Lideraconsentidodelhumor
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Divertirse trabajando 