
Los AMIGOS son una cosa. Los ALIADOS, otra muy diferente.
La totalidad de los primeros están ahí incondicionalmente. La mayoría de los segundos buscan contraprestación.
En la serie Juego de Tronos, Robb Stark no supo diferenciarlos. Durante la Guerra de los Cinco Reyes, el hijo de Ned Stark empezó arrasando y los Frey le apoyaron asegurando un lugar estratégico para las fuerzas norteñas. Tan bien le iba a Robb que creyó que podía romper el compromiso matrimonial con una de las hijas de Lord Walder Frey.
Siendo un aliado, Walder entendería que se hubiera enamorado perdidamente de Jeyne Westerling.
Pues no.
Los aliados no quieren fallos. Si les fallas una vez, pensarán que habrá una segunda. Y eso se lo recuerda Lord Walder a Catelyn Stark cuando suplica por su vida:
“Ya me hicisteis un juramento aquí mismo, en mi castillo. Jurasteis por todos los Dioses que tu hijo se casaría con mi hija. ¿Por qué debería creeros ahora?”
La RECIPROCIDAD es la base común de las relaciones de negocios
𝗣𝗼𝗿 𝗲𝘀𝗼, 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗯𝘂𝘀𝗾𝘂𝗲𝘀 𝗮𝗹𝗶𝗮𝗱𝗼𝘀, 𝗽𝗼𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗣𝗿𝗶𝗻𝗰𝗶𝗽𝗶𝗼𝘀 𝘆 𝗩𝗮𝗹𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗱𝗲𝗹𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗲𝘀𝗲𝘀 𝘆 𝗽𝗿𝗲𝗯𝗲𝗻𝗱𝗮𝘀.
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