“La felicidad se mide en metros de eslora”
Ese iba a ser el título de mi conferencia para un evento sobre felicidad al que me han invitado.
Digo “iba a ser” porque me han dicho que no pagan y he tenido que declinar la invitación porque iba en contra de la hipótesis de partida de mi charla.
Dicha hipótesis dice así
“Cuando POSEES un yate, no necesariamente navegarlo, puedes decir que estás realizado. Porque la felicidad es estar realizado. Ergo, tener un yate es la felicidad”
En mi caso, uno no muy grande. Tampoco hay que exagerar. Uno de esos de 20 metros de eslora (como muchos no sabrán que es, les dejo un dibujo).
Para comprar hace falta determinación y voluntad. Pero también otra cosa.
Cash. Pasta. Manteca. Guita. Parné. Lana. Plata. Panoja. Billetes, vamos.
De ahí mi negativa.
𝗔𝗻𝘁𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗼𝗳𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗶𝗱𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗿𝗶𝗱𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮, 𝗵𝗮𝘆 𝗱𝗼𝘀 𝗼𝗽𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀; 𝗶𝗻𝗱𝗶𝗴𝗻𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗼 𝘁𝗶𝗿𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗵𝘂𝗺𝗼𝗿.
𝗟𝗼 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗳𝗶𝗻𝗶𝘁𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗟𝗔 𝗦𝗔𝗟𝗨𝗗.
➡ Lo cuento en mi libro “Lidera con sentido del humor”, como puedes imaginar 😉
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