
“Resiliencia”, el concepto de moda en las organizaciones.
Pero no hay que distorsionar su significado: no es la capacidad de aguantar golpes 🥊
Desconfía de los que dicen “Es lo que hay. No se puede hacer otra cosa” y “Acostúmbrate. No va a ir a mejor”. Buscan que no afrontes los problemas y que te resignes a convivir con ellos. Que te pongas en modo punching ball.
Ahora que estoy revisitando “Juego de Tronos” este perverso enfoque de la resiliencia me recuerda a Sansa Stark.
La convencen de que su sufrimiento es “normal”. Cersei la anima al conformismo asustándola con el manido “No te quejes que puede ser peor”. Y funciona: rehúsa escapar con Sandor Clegane cuando este le da la oportunidad de escapar de la Fortaleza Roja durante el asedio. Resignada, Sansa admite la inevitabilidad de su sufrimiento.
Resiliencia no significa caer en la resignación, conformismo o sumisión.
Tampoco es simplemente levantarse tras el contratiempo
𝗔𝗱𝗲𝗺𝗮𝘀, 𝗲𝘀 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝘆 𝘂𝘁𝗶𝗹𝗶𝘇𝗮𝗿 𝗲𝘀𝗲 𝗲𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗖𝗔𝗠𝗕𝗜𝗔𝗥 𝗟𝗔 𝗦𝗜𝗧𝗨𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡
Es un proceso que lleva tiempo, como dijo la propia Sansa: “Aprendo lento, es cierto. Pero aprendo”.
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